A partir de los últimos días de enero del 2012, las cartas de los fieles se fueron acumulado en el salón contiguo al despacho papal. Y no era para menos. Por aquellos días, Benedicto XVI se encontraba totalmente ocupado en diseñar la forma de enfrentar el reciente destape de los Vaticanleaks: curas y obispos envueltos en innumerables delitos de pederastia, chantajes por prácticas homosexuales en las altas esferas de la iglesia romana, corrupción y lavado de dinero en el banco del Vaticano. Hasta que renunció, un año después, aduciendo que no podía más con el insomnio. [1]
Cuando Francisco lo sucedió en el cargo, ordenó a sus secretarios tomar 1 de cada 200 misivas (de las cerca de 8 mil) para ser atendidas, disponiendo, además, que el resto pase directamente y sin remordimiento alguno, al incinerador, con la bendición de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
A mediados del año 2013, a diez mil ochocientos kilómetros del Vaticano, en Miraflores, los integrantes del Grupo Voluntario de Defensa Felina celebraban, entre incrédulos y desconcertados, por la respuesta que Su Santidad había dado a la carta enviada por ellos varios meses atrás, sin imaginar hasta dónde iba a llegar el ofrecimiento de “… interponer sus oficios en favor de tan noble labor que vienen realizando”.
De roedores y gatos
No se conoce a ciencia cierta sus orígenes, pero todo parece indicar que fueron tres los factores que concurrieron para dar nacimiento a lo que actualmente es parte del paisaje y atractivo indiscutible del distrito de Miraflores y en particular del Parque Kennedy.
Se menciona la venta ambulatoria de alimentos y toda clase de productos que, en la época de fiestas navideñas de los primeros años 90, se situaba en dicha zona, dejando un reguero de desperdicios al final de cada jornada. También se hace referencia al sótano de la Municipalidad, convertido en cementerio de expedientes y planos de los predios del distrito y en inmejorable lugar para la proliferación de madrigueras. Finalmente, se le atribuye razón al propio descuido y la falta de mantenimiento del parque, que lo convirtió en una suerte de gran lote baldío, cubierto de arbustos y malezas.
La remodelación de este importante espacio público no puso fin -sin embargo- a la presencia de roedores que habían encontrado ahí un hábitat perfecto para su estancia y reproducción, lo que motivó a las autoridades de la Municipalidad a insertar unos cuantos gatos para que cumplan la labor de eliminación de los molestosos bichos; a los que se sumaron otros tantos, abandonados por insensibles familias que se mudaron de sus antiguos ranchos para ceder lugar a modernos proyectos inmobiliarios. [2]
Lo cierto es que, hacia inicios de los 2000, en los alrededores de la gruta de la Iglesia Virgen Milagrosa y en su propio frontis, en los jardines traseros del Palacio Municipal y en los parques 7 de Junio y Kennedy, habitaba ya una población importante y creciente de gatos de todo linaje, tamaño y color, que se fue apropiando del espacio y ganando la simpatía de propios y foráneos.
Aunque no de todos.
De gatos y curas desaparecidos
No habían pasado aún las celebraciones por el inicio del nuevo año 2012, cuando el Parque Kennedy amaneció con varios cuerpos inertes de los gatos que ahí residían.
Acontecimiento que devino en la gota que rebalsó el vaso, o mejor dicho el cáliz, debido a la tensión que se venía acumulando en los últimos años entre los voluntarios y vecinos que cuidaban y alimentaban a la población gatuna y el padre a cargo de la Parroquia Virgen Milagrosa, quien aprovechaba del púlpito cada cierto tiempo para acometer contra estas especies (los gatos y los animalistas) al amparo de Dios Nuestro Señor.
La guerra había sido declarada. El sábado 14 de enero decenas de personas vestidas de negro en señal de luto, llevaron a cabo una vigilia frente al templo, prontamente repelidos por el Párroco y sus feligreses más cercanos. La prensa cubrió por primera vez la disputa que hasta la fecha ocurría solapadamente en un distrito de alcurnia, discriminación y cucufatería.
Las semanas siguientes, los enfrentamientos se sucedieron de manera pública y sin recato alguno: de un lado las acusaciones de “asesinos” y “responsable de la masacre”, en pancartas, marchas y plantones; de otro, entrevistas televisadas en las que se apelaba al Libro del Éxodo, declarando que “los gatos son una plaga más” por lo que hay que “clamar al cielo que no lo permita”.
La confrontación llegó a su punto máximo el mes de agosto, cuando unas 30 personas defensoras de los felinos irrumpieron en plena celebración de la Eucaristía, exigiendo la inmediata liberación de un gato atrapado en el campanario del templo, demanda que venían haciendo por días, ante la negativa del Párroco. Entre improperios, empujones, insultos, amenazas de denuncias penales, arengas e invocaciones al castigo divino, el servicio fue suspendido y el vino puesto a buen recaudo. [3]
Fue luego de esta medida extrema y ´por los escasos resultados obtenidos, que el equipo de voluntarios aceptó que enfrentaban a un poder superior y que debían dirigir sus fuerzas ahí en donde se tomaban las decisiones. La estrategia consistió en elaborar una extensa y detallada carta dirigida a Su Santidad Benedicto XVI, en la que comunicaban su “… preocupación y malestar por la conducta deplorable del Reverendo Padre Alfonso Berrade Urraburu, de la Orden Vicentina y Párroco de la Parroquia Virgen Milagrosa [quien] … viene maltratando sistemáticamente a la colonia de gatos que vive en el parque central de Miraflores … dando muestra de su odio por los animales”, además indicaban que “… los fieles seguidores salen a las puertas de la iglesia gritando ‘que se mueran los gatos’, ‘la iglesia detesta a los animales’, ‘los gatos son el mismo demonio’…”. Entre otros detalles y evidencias. [4]
No se sabe si es cierto o si existe prueba que lo corrobore, pero todo parece indicar que aquella comunicación que el Párroco recibió de la Arquidiócesis de Lima transmitiéndole cierta orden papal, tuvo conexión con el anuncio que hizo al final de la homilía, en el que dio a conocer su repentina decisión de retirarse por unos meses a las instalaciones del Seminario San Vicente de Paul, para descansar, orar y meditar.
Desde aquel día, el Párroco español de 74 años no fue visto por la parroquia ni en actividad pública alguna.
Colofón
Marzo del 2023. Luego de 10 años vuelven las muertes y desapariciones de los gatos del Parque Kennedy. Esta vez las acusaciones van cruzadas entre la directora del Grupo Voluntario de Defensa Felina (ahora constituida en una organización sin fines de lucro) quien señala como responsable a la Municipalidad por el uso premeditado “de plaguicidas tóxicos y cumarinas”, la que a su vez, se defiende minimizando el hecho a “solo 4 gatos muertos por atropellos de autos y 1 por VIH felina”, mientras que otro grupo de voluntarios acusan a la primera de oscuras prácticas en perjuicio de los gatos, movida por intereses económicos personales. [5]
Sin embargo, hay quienes pueden asegurar que la noche de estos últimos y lamentables acontecimientos, vieron rondar a un personaje en extraña actitud por la gruta y el frontis de la Parroquia Virgen Milagrosa, en el parque central de Miraflores.
De porte alto, aunque encorvado y de lento andar, el misterioso sujeto emprendió la huida exponiéndose a la luz de los faroles por unos segundos, suficientes para dejar ver su blanca cabellera, el almidonado alzacuello y el crucifijo de madera dando brincos sobre la camisa negra.
W.M.P. / 16 de marzo del 2023
[1] El País (13.08.2012). En: https://elpais.com/internacional/2012/08/13/actualidad/1344892604_996196.html
[2] Fátima Rodríguez Serra (4.12.2014). En: https://fatimarodriguez.blogspot.com/2014/12/historia-de-los-gatos-del-parque-kennedy.html
[3] Basado en las siguientes notas periodísticas:
Lo que no vio de la marcha por los felinos en Miraflores. SPACIOLIBRE (16.01.2012). En: https://www.spaciolibre.pe/lo-que-no-vio-de-la-marcha-por-los-felinos-en-miraflores/
Animalistas irrumpen en Misa, insultan a sacerdote y lo acusan de asesinar a un gato. ACI Prensa. (28.08.2012). En: https://www.aciprensa.com/noticias/animalistas-irrumpen-en-misa-insultan-a-sacerdote-y-lo-acusan-de-asesinar-a-un-gato
Cura de la Parroquia de Miraflores: El parque Kennedy no es un zoológico. La República. (31.08.2012). En: https://larepublica.pe/sociedad/656464-cura-de-la-parroquia-de-miraflores-el-parque-kennedy-no-es-un-zoologico/
Los gatos del Parque Kennedy. Ecoreporteros. La Mula (04.09.2012). En: https://vientosverdes.lamula.pe/2012/09/04/los-gatos-del-parque-kennedy/alejandro2287/
[4] Perú Noticias Animalistas (s.f.). En: https://es.scribd.com/user/191866687/Peru-Noticias-Animalistas
[5] Reporte Semanal. Latina Noticias (s.f.). En: https://www.youtube.com/watch?v=50iFEJ-TewQ