En medio del paisaje urbano e histórico de la ciudad del Cusco, un escándalo inmobiliario mayúsculo se yergue, por el alcance del daño, por su carácter irreversible y por la corrupción que se agazapa entre expedientes y resoluciones: la construcción del hotel Four Points by Sheraton Cusco, por la empresa peruana Hoteles y Tambos Reales del Cusco.